Multimillonarios e impuestos: ¿Qué pasaría si los ricos pagaran su parte justa?

El debate sobre la equidad fiscal a menudo enfrenta a los estadounidenses de clase trabajadora con los ultrarricos. Mientras que las personas con ingresos promedio ven que una parte sustancial de sus ingresos se destina a impuestos, los multimillonarios a menudo pagan una tasa sorprendentemente baja. Un análisis reciente, que incluye información de ChatGPT, revela que la igualación de las tasas impositivas podría generar cientos de miles de millones (incluso billones) de dólares anualmente para servicios públicos.

El campo de juego desigual: cómo funciona el sistema actual

Actualmente, los estadounidenses más ricos pagan una proporción desproporcionadamente baja de sus ingresos en impuestos en comparación con el trabajador promedio. Los datos de la Oficina Nacional de Investigación Económica muestran que los 400 estadounidenses más ricos pagaron una tasa impositiva efectiva de solo el 23,8% entre 2018 y 2020. Mientras tanto, el estadounidense promedio paga alrededor del 30%, y los trabajadores con salarios altos a menudo superan el 45%. En algunos años, las familias más ricas han pagado menos impuestos que el 50% inferior de los hogares combinados.

Esta disparidad existe debido al tratamiento fiscal preferencial de las ganancias de capital, una planificación fiscal sofisticada y lagunas jurídicas inaccesibles para la mayoría de los ciudadanos. Como resultado, quienes tienen más dinero a menudo pueden retener una mayor cantidad.

El potencial de ingresos: miles de millones sobre la mesa

Si a los multimillonarios se les cobraran impuestos al mismo tipo que a los estadounidenses de clase trabajadora, el impacto financiero sería sustancial. Las estimaciones conservadoras sugieren entre 500 mil millones y 1 billón de dólares adicionales en ingresos anuales. Escenarios más agresivos, como aumentar la tasa impositiva del 1% superior en sólo 10 puntos porcentuales, podrían generar 300 mil millones de dólares al año. Aumentar las tasas de interés de los multimillonarios en 25 puntos porcentuales podría generar más de 800 mil millones de dólares al año.

Las propuestas de políticas, como el impuesto a la riqueza de la senadora Elizabeth Warren, podrían agregar $113 mil millones por año, mientras que el impuesto a la renta multimillonario del senador Ron Wyden podría generar $56 mil millones al año. Oxfam estima que un impuesto integral sobre el patrimonio de millonarios y multimillonarios podría recaudar 664 mil millones de dólares al año.

¿Qué podría financiar el dinero?

Estos fondos podrían abordar necesidades sociales críticas. La estimación conservadora de 500.000 millones de dólares anuales podría financiar la matrícula gratuita en las universidades públicas, el preescolar universal, mejoras en la infraestructura y la expansión de la atención sanitaria. También podría apoyar programas integrales de cuidado infantil y asistencia alimentaria. Esencialmente, estos ingresos podrían remodelar fundamentalmente las operaciones gubernamentales y los servicios disponibles.

El impacto económico: más allá del dinero

La preocupación común es que los impuestos más altos a los multimillonarios podrían desalentar la inversión o llevar el capital al extranjero. Sin embargo, los países con tasas impositivas altas, como los de Escandinavia, demuestran que las economías prósperas y la innovación no son mutuamente excluyentes con una tributación progresiva. La cooperación internacional en política tributaria, como los acuerdos globales de impuestos mínimos, podría dificultar que los multimillonarios eludan impuestos mediante la reubicación de fondos.

Obstáculos para el cambio: por qué no está sucediendo ahora

A pesar de los posibles beneficios, persisten importantes obstáculos políticos y técnicos. Los poderosos grupos de presión se resistirían ferozmente a tales cambios, y los impuestos sobre el patrimonio enfrentan complejidades administrativas y posibles desafíos constitucionales. Algunos economistas también sostienen que los aumentos drásticos de impuestos podrían obstaculizar el crecimiento económico, reduciendo potencialmente los ingresos tributarios generales. El hecho de que gran parte de la riqueza de los multimillonarios esté ligada a ganancias de capital no realizadas (acciones, etc.) complica aún más la tributación, ya que los impuestos sólo se activan tras la venta.

Implicaciones globales: un efecto dominó

Si las principales economías como Estados Unidos igualaran las tasas impositivas, se podrían impulsar reformas similares en todo el mundo. Esto podría reducir la evasión fiscal global, fomentar políticas fiscales internacionales coordinadas y presionar a los paraísos fiscales para que reformen sus sistemas.

En conclusión: Igualar las tasas impositivas no es sólo una cuestión de justicia; se trata de desbloquear ingresos masivos que podrían transformar los servicios públicos. Si bien lograr estos cambios requeriría importantes reformas legales y políticas, los beneficios potenciales son demasiado sustanciales para ignorarlos. El sistema actual no es accidental y cambiarlo enfrentaría una gran resistencia, pero las cifras demuestran claramente por qué la conversación debe continuar.